De solo pensarlo creo que sería mejor estar muerta. Mi alma se eleva alto cuando pienso en vos. Por mis venas un veneno me recorre de pies a cabeza. Suspiros que llegan una y otra vez. La maldición del amor ha tocado a mi puerta pero yo no puedo amar a nadie. Mi corazón no sabe amar y mi cuerpo no concibe contacto alguno. No lo soporta. Me odio. Sinceramente me odio, sobre todo cuando miro tus ojos negros que me impregnan de pasión.
Quiero volar a un lugar desierto donde nadie pueda verme, donde no haya espejos. Donde la luz sea tenue, muy tenue. Donde no pueda verme ni verte en mi mente. Un lugar ruidoso en el que no pueda oír a mi corazón latir para olvidar que estoy viva. No quiero sentir. Me da miedo sentir. Me da miedo amar. Pero alguien me dijo que no se puede perder lo que uno nunca tuvo.
A veces pienso que tuve tu corazón. A veces dudo si te lo arranqué a la fuerza. Me lo diste o lo robé? Alguna vez lo tuve realmente?
No creo en mí, no creo en nada. No me mires porque voy a dudar!!!
lunes, 20 de julio de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
de a poco aprendemos como apagar el farol... es persistente... se enciende... vuelve a encenderse... o buscamos la forma encubierta de mantenerlo prendido... pero encontramos por fin, un dia, esa respuesta que cuenta como se hace para apagarlo por fin, dejar de girar, encender nueva luz, pero adentro del alma y entonces iluminar.
ResponderEliminarAY AY !!!
ResponderEliminarQuien me habrá puesto piel , en esta inmensidad?