Gra fue una de las mujeres más increíbles que conocí en mi vida. De una grandeza incomparable, de una esencia tan pura y cristalina. Parecía nacida de un cuento. Mi Petiroja. Petisa y colorada, así aparecía Gra, destacando de la multitud aunque parecía medir menos de un metro.
Fue una maestra increíble, para mí y para muchos, doy fe!
Era de esas personas siempre alegres, que te contagiaban esa risa iluminadora y que todo abarcaba. Llenaba de luz cualquier espacio en el que entraba. Tenía una magia infinita y con ella nos deslumbraba a todos cada vez.
Sus gestos te llenaban de emociones, bastaba un solo movimiento o una mirada cómplice para estallar en una risa plena…
No recuerdo haberla visto enojada nunca, pero creo que hubiese sido una situación brava.
Era chiquita pero de una fortaleza y una grandeza que no entran en este mundo…
Tal vez era de otro planeta y no nos dijo nada…
Lo único que sé es que su ausencia duele pero me ha llenado tanto tanto y me ha dado y enseñado tanto más aún que en mi recuerdo guardo esa hermosa sonrisa. Ese gesto tan maravilloso que solo ella podía lograr. Ese gesto tan hermoso que me impregnó cada vez que tuve el honor de verla.
A mi maestra Graciela Lauro le dedico estas palabras…te voy a extrañar!!
martes, 24 de agosto de 2010
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Bellas palabras corazón....me ubiese gustado conocerla más.
ResponderEliminarabrazo, y fuerza!
hermoso.
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