sábado, 3 de octubre de 2009

mi propio espiral

Hay un espiral por el que subo y bajo tantas veces. Es mi espiral. Es lo que me representa hoy.
Mi circularidad se ve transformada. Yo me siento transformada. Siento realmente que es un momento importante en mi camino.
El destino, si es que alguna vez fue escrito, toma la dirección de mis deseos, de mis sueños.
En mi búsqueda, en mis círculos, en mi evolución como ser, he vivido y he sentido casi todo. Ya planté un árbol. Si junto mis escritos seguramente pueda armar un libro. Mis órganos los donaré cuando ya no los necesite. Y aunque nunca estuve embarazada y parí un niño, me siento madre de muchos chicos que forman parte de mi vida.
Siento que lo único que me falta es un verdadero amor de a dos. Y no hablo del amor de pareja, he tenido parejas a las que he amado mucho, sin embargo por alguna razón no entran en mi definición actual de amor de a dos. Tal vez me cuesta definirlo porque estoy aprendiendo a amar más sanamente. Poner en palabras este nuevo sentimiento se me hace imposible asique quedará para otro escrito posterior.
Lo que sé claramente es que he llegado hasta acá tomando decisiones muy difíciles. Me he equivocado mucho y aprendido mucho más.
Para mi la vida es sinónimo de aprender, de crecer y de amar. Las dos primeras ya las tengo interiorizadas. Y el amor llegará ahora que entiendo más de que se trata.
Por primera vez me siento integrada, completa.
Hoy me siento muy cerca de todo lo que en algún momento fue un sueño y que ahora amanece transformado ante mis ojos.

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