sábado, 22 de agosto de 2009

espirales

Momentos de ser…de ser tan lejano como uno pueda.
A veces la lejanía es la respuesta, pero solemos dudar porque a veces es la proximidad le que da sentido a todo. Y no reniego de eso, lo siento, sé que es así. Pero también conozco las respuestas de la tan desvalorada soledad.
Que somos seres sociales no está en discusión. Sin embargo creo que muchas veces por miedo nos dejamos a un lado para simplemente estar. Y ahí es donde me pregunto ¿cuándo somos? Y si no somos ¿realmente estamos?
Yo amo los espirales porque tocan todo pero no abarcan nada, no hacen diferencias, no clasifican. En ellos no hay un afuera y un adentro, simplemente hay.
Los círculos encierran, dividen, fragmentan. Los espirales ascienden indefinidamente. Comienzan tal vez muy pequeños pero se expanden más allá de lo que a veces podemos ver o entender.
Siento que en un espiral uno puede realmente estar sin ser. Lo digo en el sentido de que muchas veces las vueltas del espiral nos dejan en lugares desconocidos y podemos dudar por un instante, por dos o tres, de nuestra potencia. Pero lo maravilloso del espiral es que uno siempre encuentra un camino que lo lleva a otro nivel, por fortuna muchas veces superior.
En un espiral uno puede ser sin estar. Aquí es donde entra la temida soledad. Esa soledad de la que huimos pero que es la que nos permite vernos. Es la que nos da el tiempo de hurgar en los lugares más temidos y odiados para crecer, para evolucionar, para que toda nuestra potencia esté al máximo.
Somos solos y somos con otros. Pero creo que si no podemos ser solos no existiría lo grandioso del encuentro.
Un encuentro es de a dos. Lo de la media naranja queda por ende en el olvido.
Y aunque nunca fui buena en matemáticas sé que uno más uno da dos.

2 comentarios:

  1. Coincido en mucho en lo que decis. La soledad, entre muchas cosas, te muestra como y quien sos, a donde vas, tus miedos, tus pesadillas, tus virtudes, etc... cosas que en momentos de "estar" con alguien, y antes de haber descubierto estas cosas, uno obvia/ignora/entierra... Cada ves que abandonas la soledad, la dejas con el agradecimiento de haberte "enseñado". Aunque, SIEMPRE estamos aprendiendo. Tooodo esto desde mi humilde punto de vista. TURCO astradajo@hotmail.com

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  2. que bueno que uno mas uno da dos, cuantas veces pensamos que en el encuentro la matematica falla y uno mas uno es uno... aqui las repetidas y errantes historias que nos han dejado tantas veces girando en circulos sin salida...hast por fin encontrar un espiral...

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